El Porqué Creo En La Inmortalidad

¿Habrá otra vida? ¿Hay tal cosa como la inmortalidad? Job fue el primero en escribir esta pregunta: “Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?” (Job 14:14). ¿Podemos saber la respuesta? El hombre enfrentó esta pregunta por primera vez cuando Adán pecó (Génesis 2:16,17). Otros enfrentaron la pregunta:

(1) Caín – Génesis 4
(2) Los antediluvianos – Génesis 7
(3) Los egipcios – Éxodo 12:29
(4) David – 2 Samuel 18:33
(5) Nosotros hoy, cuando perdemos a los amados.

 

¿Qué piensa usted acerca de la pregunta?: “Si el hombre muriere, ¿volver a vivir?” ¿Hay suficientes evidencias para hacernos creer en la inmortalidad? ¿Cuáles son las evidencias en que basamos nuestra fe?

 

La universalidad de esta seguridad

 

La esperanza de vida después de la muerte ha sido instintiva y característica del hombre en todas las edades.

 

(1) Los egipcios antiguos: embalsamaban los cuerpos de los reyes y mataban los siervos para que les sirvieran en el mundo venidero.
(2) Los griegos: ponían monedas en la boca de los cadáveres.
(3) Los indios americanos: cuando moría un jefe, mataban a su caballo y quebraban sus arcos y flechas para que su espíritu pudiera usarlos en la feliz tierra de caza.
(4) El hombre cree instintivamente en la inmortalidad como los pájaros vuelan instintivamente al sur en el invierno.

 

La muerte no cambia la personalidad.

 

Las células en nuestro cuerpo son reemplazadas completamente cada siete años, pero retenemos la personalidad. También, si se pierde un brazo o una pierna, uno seguirá siendo la misma persona. Ella será la misma en la muerte.

 

Porque vivimos en un universo razonable.

 

No es razonable asumir que la naturaleza trabaja en vano, pero lo es si el hombre no vuelve a vivir.
Hortense le dijo a su hijo, Napoleón III: “Crea con certeza que nos volveremos a encontrar. Tenga fe en esta idea consolativa. Es demasiado necesario para no ser verdad.”
Una partícula de rádium puede sonar una pequeña campana eléctrica por 30,000 años: ¿Es razonable creer que el hombre, quien lo puede medir, sólo podría vivir por 70 años?
Vemos la vida después de la muerte cada primavera; por eso no debemos dudar del poder de Dios para resucitar al hombre.

 

Porque creo en Dios.

 

No podemos imaginar que un creador permita que la corona de su creación (hombre) finalice en fracaso. Ya que hay un Dios, tiene que haber vida después de la muerte.

 

Por causa del estado incompleto e injusticia de esta vida.

 

La vida es incompleta para millones: algunos derivados en la edad viril (primera parte de su vida). Piensen en los bebés quienes tienen facultades que jamás desarrollaron. Víctor Hugo dijo: “Por 40 años he dado a este mundo mis pensamientos de prosa e historia y poesía y ficción y drama y sátira, pero yo no le he dicho al mundo ni la millonésima parte de lo que está en mí; y cuando al fin me acuesto y duermo, el sueño que los hombres le llaman la muerte, me voy a despertar en la mañana.”
Las injusticias de esta vida exigen la existencia de una vida más allá del sepulcro. En esta vida, muchas veces los inocentes sufren y los culpables andan libres. Por ejemplo: Pablo perdió la cabeza, mientras Nerón vivía en lujo. Los manejadores borrachos matan o hieren a una persona inocente, mientras escapan sin herida. La justicia exige la existencia de una vida después de la muerte.

 

Porque creo en la Biblia.

 

Jesús, el hijo de Dios quien nunca dijo una mentira, prometió vida después de la muerte.

 

Prometió vida a sus discípulos, Juan 14:1-3
Y a Marta, Juan 11:25-26

 

Jesús murió y resucitó de nuevo.

 

Mateo 28:5,6
“Primicias de los que duerman es hecho” – 1 Corintios15:20
Fue visto por muchos testigos 1 Corintios15:1-8

 

Otros murieron y vivieron de nuevo.

 

Moisés y Elías Mateo 17:1-4
El rico y Lázaro Lucas 16:19-31

 

Donde vivamos después de la muerte, depende de como vivimos ahora, Juan 5:28, 29.

 

Nuestra relación con el Señor Jesucristo en esta vida determina nuestro destino en el mundo venidero.
Juan miró el día del juicio, Apocalipsis 20:15-20.

 

Se le ha llamado al Salmo 23 la pieza de literatura más bonita del mundo. El versículo cuatro habla acerca de la inmortalidad. Dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estar s conmigo Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”

Antes que pueda reclamar aquella promesa, hay que decir: “¡El Señor es mi pastor!” ¿Es Jesús su pastor? Jesús dijo que sus ovejas oyen su voz y le siguen, Juan 10:27. ¿Ha oído usted su voz y le sigue?

 

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